A lo largo de la historia hemos podido observar multitud de variantes. Empezamos desde las pinturas de las cuevas, en las que usaban sangre o leche para pintar (más adelante se descubrió la importancia de la caseína, una proteína de la leche que actuaba como conservante natural de estas pinturas).
Seguimos con las domus romanas, las iglesias medievales o los frescos renacentistas, los muralistas mexicanos del siglo XX, y se ha ido perpetuando también en pintura decorativa del hogar y trampantojos, o en fachadas de edificios. Se ha trabajado con multitud de técnicas, sobre mortero fresco a la cal, con temple de huevo, también óleo (aunque menos), mosaico, esgrafiado…
El Street Art hoy en día
Recientemente el camino más importante que tomó la pintura mural fue la calle, y encontró en sus fachadas y muros el lienzo perfecto desde donde expresar sobre todo una crítica social del sistema.
En el Street Art se utilizan sprays, pintura plástica y acrílica, pero también collage y stencils. No hace falta mencionar como ejemplo a Banksy o el colectivo Boa Mistura, y muy cerca de nuestra tienda Artcants en Barcelona, Roc BlackBlock o Joan Fontcuberta, utilizando temáticas y técnicas totalmente diferentes y resultados fantásticos. Ellos son solo un ejemplo, porque tenemos la suerte de encontrar en muchísimos lugares murales de gran calidad, tanto en técnica como en mensaje.
Murales para dar vida a nuestro entorno
A nivel particular, no nos hace falta salir a la calle a pintar: basta con una pared de nuestra casa o patio, o hacer propuestas interesantes en los centros cívicos, o incluso decorar las habitaciones infantiles con la ayuda de los pequeños. Bastará con utilizar pintura y sprays acrílicos que no generarán toxicidad y acabar con rotuladores acrílicos como los Posca para los contornos y letras. En estos casos no hace falta ninguna preparación del muro, podremos pintar directamente marcando con un grafito el croquis del dibujo que queremos y, tanto para el interior como para el exterior, la pintura acrílica es muy buena opción.
En algún caso podemos barnizar el resultado porque según el lugar del mural, cocina o baño por ejemplo, nos convendrá mucho y facilitará la limpieza sin degradar la pintura.
Igual que en la calle, podéis usar plantillas, esponjas, transferencias… ¡Vais a animar vuestra casa y le vais a dar un valor incalculable de energía y buen rollo!