Para nosotros que vivimos en Occidente, el arte oriental es algo pausado, lento, casi un ritual que nos tranquiliza. De hecho nos puede llegar a parecer terapéutico y mucha gente lo trata como tal. La puesta en escena es tan diferente, que nos atrae mucho.
Sumi-e: una técnica milenaria
Pero ¿qué es el Sumi-e? Se trata de una técnica pictórica ancestral que se originó en China en la época de la dinastía Tang (618-908). Para realizarla, se utilizaba tinta china, por lo que las obras eran monocromáticas. Posteriormente los monjes budistas llevaron esta técnica a Japón, donde fue llamada “Sumi-e”, que en japonés significa “tinta” o “pintura”.
En Oriente la pintura se concebía como una extensión de la caligrafía. Tanto en la filosofía taoista como en el budismo zen se valoraba la contemplación, el equilibrio y la naturaleza.
Por ello, los artistas Sumi-e solían realizar pinceladas sencillas y muy naturales. Su intención no era representar los detalles, sino más bien la esencia y armonía de los elementos.
¿Te atreves a crear tu pieza de arte oriental Sumi-e? ¡Vamos allá!
Sólo necesitamos 4 elementos para comenzar: la tinta y la piedra, el pincel y el papel.
La tinta y la piedra
La principal diferencia respecto a las técnicas occidentales, y la que sorprende a muchas personas, es que la tinta es sólida. Se trata de una barra de tinta que se debe deshacer poco a poco en la piedra gris mientras incorporamos agua. Este proceso tiene una ventaja, y es que uno puede decidir cómo le gusta la consistencia de la tinta y, además, estas barras cunden muchísimo.
El pincel oriental: suave y afilado
Una vez preparada, nos fijamos en los pinceles que son de pelo largo y mango habitualmente de bambú. El pelo de estos pinceles es natural y suele ser comúnmente de cabra, tejón y marta. Se trata de un pelo muy suave, que tiene la capacidad de retener muchísima agua, lo que nos va a permitir hacer pinceladas más largas. El pincel oriental tiene la punta afilada y sirve para perfilar detalles y líneas finas.
Una vez usado y limpio (con agua y jabón neutro) este pincel no volverá a quedar como al principio, sino más bien bastante despeluchado, pero no hay que preocuparse, porque cuando se vuelva a humedecer recuperará nuevamente su forma original. Aun así, para mantener la forma de vuestros pinceles, os recomendamos el Restaurador de Pinceles que ayuda a moldearlos de nuevo antes de guardarlos.
El papel de arroz: fino y resistente
En cuanto al papel, el más utilizado es el de arroz (claro, Asia = arroz) y se fabrican diferentes variantes, aunque el que más se vende es el Dan Xuan. Llama la atención lo finos que llegan a ser estos papeles, porque en Occidente las técnicas húmedas se trabajan en papeles muchísimo más gruesos. El secreto está en las fibras del arroz, que son muy resistentes.
El sello y la firma
El toque final es la firma, que consiste en un sello personal labrado en piedra de jade e impregnado con un tipo de lacre rojo cremoso muy característico.
Si te has acercado al Sumi-e para profundizar sobre el arte y la filosofía oriental, o bien para alejar el estrés o simplemente por curiosidad, verás que te regalará momentos muy enriquecedores y gratificantes.