Por suerte la caligrafía ha vuelto, y para quedarse. Se vuelve a escribir a plumilla, estilográfica y pincel, se vuelve a tener interés por los alfabetos y sus tipografias, por las serif y las sans serif, las mayúsculas y las minúsculas, las pautas…
Tenemos plumillas para parar un tren, para caligrafía y dibujo, para rotulación, también estilográficas, libros y papel específico. Todos sabemos escribir, sólo se trata de querer la forma en que escribes.